BRAHMACHARYA
El cuarto Yama se entiende como la forma en que conservamos la fuerza de la energía vital en nuestras vidas y de cómo aprender a utilizarla para enfocarse en el camino espiritual. Este principio moral está relacionado con la abstinencia sexual, se cree que quienes practican celibato/castidad utilizan esa energía para fortalecerse y enfocarse en otras actividades que aportarán mayores beneficios a sus vidas logrando así acercarse más al Ser Supremo, sea cualquiera en el que cada un@ cree o sigue. Brahmacharya se traduce como “el comportamiento que te hace caminar hacia Brahman” el Ser Supremo o Creador y al mismo tiempo introducirnos a la parte divina que está dentro nuestro y que muchas veces no reconocemos.
Este principio no solo se limita al celibato, también se enfoca en aprender a utilizar la energía de cada uno de manera inteligente y balanceada. Enseña a utilizar esta energía positivamente para hacer el bien y llenar nuestra vida de vitalidad y fuerza pues aprenderemos a controlarnos y regularnos nosotros mismos.
Brahmacharya al enseñarnos a crear, restaurar y utilizar con moderación nuestra energía permite nos convirtamos en mejores personas, creando la mejor versión de nuestro ser no solo en el plano físico. Muchas veces sin prudencia entrenamos más de lo que nuestro cuerpo aguanta, trabajamos más horas de las adecuadas o simplemente sacrificamos horas de sueño por estar haciendo algo sin importancia. También nos ayuda mejorando nuestras emociones y pensamientos para que no se carguen de estrés, preocupaciones, culpas y dudas llenando nuestro cuerpo, mente y espíritu de energía negativa.
Se enfoca en cómo podemos crear un balance para usar la energía de manera balanceada, no perdiendo tiempo y energía en cosas que no nos interesan, que no nos benefician y por el contrario nos drenan y dejan cansados no sólo físicamente sino también emocionalmente….olvidamos muchas veces cuidarnos a nosotros mismos y nos cuesta entender que para dar lo mejor nuestro debemos estar y sentirnos bien.
En el mat debemos encontrar el balance entre las posturas donde exista de trabajo físico que fortalezca el cuerpo y al mismo tiempo un poco de paz y descanso en la postura para recibir todos los beneficios de la práctica del yoga, pues debemos entender que en cada postura se usa una energía para crear y construir la postura y otra para establecerse y recargar.
Uno de los puntos en los que muchas veces nos fallamos a nosotros mismos y a este principio es en las relaciones personales, familiares y amorosas porque estamos dispuestos a entregar todo nuestro corazón, nuestro tiempo y energía sin recibir nada a cambio, con expectativas que nos llenan de dudas, angustia o celos, que nos desgastan y cargan de energía negativa.
Al incorporar este principio Brahmacharya tratamos de aprender a elegir en que utilizamos nuestro tiempo y energía, aprendemos a decir sí o no (muchas veces cuesta más decir no), a saber en qué actividades voy a crear un impacto positivo no solo en mi vida sino dentro del ámbito de mi familia, con mis amigos y en mi comunidad. Debemos entender que el descanso es tan importante como el trabajo, debemos ser conscientes de todas nuestras acciones y aprender también a transformar experiencias difíciles y duras que la vida nos entrega en algo positivo, para fortalecernos y crecer como personas. Tratemos durante esta semana de observar en nuestro día a día ¿qué actividades nos producen satisfacción? ¿En qué usamos nuestro tiempo libre? ¿Qué necesita nuestro cuerpo ahora mismo? ¿Lo que estamos haciendo es productivo para mi ser, mi familia, mi vida? o más bien, ¿me drena o deja cansad@, sin energía? ¿Pensemos qué podemos agregar a nuestro diario vivir que nos nutra emocionalmente, sintiendo esa fuerza física para enfrentar mejor la vida, que me hace sentir plen@, content@ y feliz?