AHIṀSĀ: es el primer principio ético del yoga.

La palabra HIMSA significa daño y la letra “A” al principio de una palabra en sánscrito se entiende como un NO, por tanto AHIṀSĀ se traduce en “no violencia” o “no hacer daño”. Para muchos este principio es considerado el corazón del yoga o una de las raíces sobre las cuales crece el árbol del yoga.

Violencia no es siempre agresión física visible o una guerra como la que se vive en este momento en Ucrania, existen otros tipos como la violencia “sutil” o “microagresiones” donde el resultado son personas lastimadas por nuestras acciones, pensamientos y palabras y muchas veces sufrimos de una autoagresión. Debemos cuidar lo que  decimos, cuidar nuestros pensamientos y los motivos detrás de nuestras acciones evitando que estos estén cargados de resentimiento, odio, envidia, desprecio. Todas nuestras acciones deberían estar fundamentadas en el amor pues la violencia se combate con paz y amor.

Que nos quede claro que nuestro cuerpo sufre cambios fisiológicos cuando nos enojamos y cuando nos ponemos violentos pues se acelera el corazón y el ritmo de las palpitaciones cambia, sentimos una presión en el pecho pues la amígdala que controla las emociones activa hormonas que producen que te pongas rojo y te tiemblen las manos. Se anula la parte más lógica y congruente del cerebro, nublando el pensamiento racional y en tu cuerpo se incrementan los niveles de hormonas relacionadas con el estrés, que generan contracturas, dolores musculares y jaquecas.

Para poder amar a los demás debemos empezar a practicar AHIṀSĀ con nosotros mismos amándonos y aceptándonos tal como somos. Debemos prestarnos mayor atención, como por ejemplo en el mat donde es importante permitir que tu cuerpo  fluya de una pose a otra con amor y no a la fuerza (con molestia o dolor), debemos elegir la alimentación correcta, dormir las horas que sean necesarias, mantener relaciones sanas, crear un espacio saludable para nosotros sin pensamientos negativos que produzcan negatividad en nuestras mentes y corazones.

Practicamos AHIṀSĀ con las demás personas cuando les entregamos nuestro amor de manera incondicional, sin expectativas ni resentimientos. Practicamos AHIṀSĀ cuando en situaciones cotidianas es necesario que mantengamos la calma aún cuando otros irrumpen agresivamente en nuestras vidas, o cuando personas cercanas negativas y malhumoradas pretenden que caigamos en su mismo estado de humor y por el contrario nosotros logramos actuar de manera tranquila al aplicar este principio del yoga.

El dejar de hacer o decir algo es otra forma de violencia, si miras una injusticia y no evitas que alguien sea perjudicado por las acciones o palabras de otros o si desatiendes las medidas necesarias para vivir una vida feliz y sana fortaleciendo tu cuerpo con una práctica de asanas constante, dándote el tiempo para realizar actividades que te llenan el corazón, te fortalecen el alma y le dan propósito a tu vida.

Muchos de los yogis/yoguinis deciden seguir una dieta vegetariana basado en este principio de AHIṀSĀ al extender esa no violencia a cualquier ser viviente e incluso otros van todavía un poquito más allá al seguir una dieta vegana al no consumir derivados de animales. 

De acuerdo a los Sutras de Patanjali toda acción violenta deja de existir al momento que decidimos no ser violentos, la no violencia es un estado mental y un ejemplo de esto es Mahatma Gandhi quien se opone de manera pacífica al régimen colonialista del Imperio Británico en la India de una manera no violenta, tomando acciones pacíficas y no permitiendo el continuo abuso y la discriminación racial que su pueblo vive, ejemplo de esto es la Marcha de la Sal en 1930 donde camina por varias millas en contra del monopolio de la sal que tienen los británicos, o las huelgas de hambre que realizaba en respuesta a otras medidas abusivas y vemos como de manera pacífica logra un cambio político, social y cultural para todo un pueblo finalizando con la Independencia de Ia India en 1947.

El yoga verdadero sucede cuando fuera del mat logramos mantenernos tranquilos, en paz y actuando desde nuestro corazón con amor y entrega y cuando tenemos claro que si queremos una vida feliz y en paz debemos practicar AHIṀSĀ viviendo cada momento desde nuestro corazón.

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