Paz interior
Siempre puedes encontrar la paz que está en tu ser interior
Tratamos de encontrar paz en un mundo revoltoso, vivimos un momento histórico imposible de pasar por alto, también llevamos muchos meses ya en pandemia y no podemos restar importancia a lo vivido, lo sufrido y a los cambios a los que hemos realizado para poder adaptarnos a una nueva “normalidad”, y ahora un evento más se suma: la invasión de Rusia a Ucrania, un conflicto al “otro lado” del mundo para quienes estamos en América y que aún de lejos nos afecta a todos.
En el mundo globalizado y siguiendo los principios del yoga donde todos estamos unidos, al que todos pertenecemos y donde cada acción que yo haga en mi vida va a afectar a muchas personas esta invasión se presenta como un problema de todos… estemos en el sitio que nos encontremos y vemos que de una forma u otra nuestras vidas se impactarán y no necesariamente de manera positiva.
Por eso es importante recordar algunas herramientas que el yoga enseña para combatir los momentos de ansiedad, de incertidumbre e incluso angustia por escasez de alimentos, petróleo, gas y otros suministros y sumando que constantemente nos vemos “bombardeados” de información por todos los medios de comunicación y redes sociales sin tiempo a veces ni para respirar llegamos al punto cuando aplicar enseñanzas de auto-ayuda se hacen necesarias.
Te comparto algunas de las acciones que sigo para enfrentar este momento de mi vida:
Ser consciente de centrarme y enfocarme en aspectos positivos, encontrar y celebrar cada gesto de valentía, sentir empatía y compasión por cada uno de los seres humanos que están siendo afectados por dicha situación sin importar el lado de la frontera que estén, todos están siendo expuesto al dolor, a la pérdida de seres queridos, a la destrucción de sus hogares y de familias.
Dedicar unos minutos para hacer respiraciones profundas al despertarme, observarme y saber cómo me siento cuando empieza el día, ver el nivel de energía con el que amanecí, el nivel de estrés que acumulo e incluso como me siento emocionalmente, aceptando lo bueno y lo malo, sin juzgarme o reprocharme, solo reconociendo los sentimientos para actuar desde ahí y cambiar lo que decida no me nutre ni física ni emocionalmente.
Ser muy estricta y disciplinada conmigo misma para la meditación diaria, esos minutos dedicados para que mi mente encuentre un poquito de silencio son valiosos y me ayudarán a actuar de manera más calmada, observando todo este conflicto de una manera más objetiva y que pueda enfocarme en mi trabajo de manera productiva.
Entender que debo vivir “EN EL PRESENTE”, no desgastarme por el pasado, pues no puedo cambiarlo, no angustiarme por el futuro pues no ha sucedido, lo único real es el ahora y aún así no tengo el control de lo que están viviendo en Ucrania ni en otro rincón del mundo pero sí tengo el control para decidir como enfrentar este momento para mí y quienes me rodean.
Hacer un tipo de actividad física, para mí el mat es el lugar al que acudo para respirar, moverme y observe a mí misma de adentro hacia afuera. Cada uno de nosotros tenemos alguna actividad que nos da paz, dónde quemar esa “energía” innecesaria/negativa que muchas veces nos invade a veces sin sentirlo.
Limitar el tiempo en que me expongo a noticias y redes sociales y elegir con cuidado la fuente de información. No sobrecargar la mente solo de noticias tristes, violentas y negativas pues si paso el día pendiente de esta situación saturo la mente y esta se carga de pensamientos negativos que con el paso del tiempo generan un estrés crónico y enfermedades en mi cuerpo.
Buscar formas en las que pueda colaborar de manera activa en esta crisis mundial. Cada uno puede enfocarse en lo que crea es justo y necesario, en mi caso veo posible ayudar económicamente a grupos internacionales que llevan ayuda humanitaria a las personas afectadas en Ucrania y los países fronterizos.
Salir unos minutos de la casa a recibir aire fresco y especialmente disfrutar un rato de un día soleado; lo importante es salir de la rutina y distraerse, sea caminando, escuchando música, leyendo o compartiendo de manera entregada con quienes nos rodean.
Esas son parte de las acciones que he tomado y que sirven para reafirmar lo que el yoga me ha enseñado a través de los años: siempre puedes encontrar la paz que está en tu ser interior.