Cuarto Creciente: poniendo en acción nuestra energía.

Existen distintos modos para clasificar los ciclos de la Luna y en este caso estamos siguiendo el de “las 8 fases” las que duran aproximadamente 29 días, completando así el ciclo de transformación. Las fases de la Luna están relacionadas con la energía Yin: receptiva y restauradora, normalmente relacionada con el lado femenino y la energía Yang: de acción, de dar, lado masculino. Estas energías se intercalan y por eso debemos entender la manera de utilizarlas en beneficio propio, alineando tus ciclos y ritmos de tu cuerpo (circadiano, menstrual, del sueño y ciclo de vida entre otros) y los ciclos a tu alrededor (estaciones del año y ciclo de rotación de la Tierra alrededor del Sol).

Este conocimiento y reconocimiento de nuestro cuerpo y espíritu de los que nos separamos poco a poco por el tipo de vida que llevamos lo podemos encontrar de nuevo con el fin de conocernos y mejorar como persona, aprendiendo a que todos los factores externos de la vida nos afecten menos, asumiendo el control de cada situación pues aprendemos a tomar acciones pensadas y no a reaccionar ante las circunstancia, encaminándonos de esta manera hacia el destino que deseamos.

Terminamos el período de Luna Creciente (Yin) e iniciamos la fase del Cuarto Creciente, al igual que la Luna Nueva en este predomina la energía Yang o activa (puedes ver en el símbolo de YIN-YANG que no son conceptos absolutos pues hay un poco de Yang en Yin y un poco de Yin en Yang). Luego de sembrar nuestras intenciones en el período de la Luna Nueva nos toca actuar, dirigir nuestro tiempo y energía a acciones concretas para más adelante lograr las metas antes propuestas.

Significa que vas a trabajar con ganas pero sin desgastarte pues serás capaz de escuchar a tu cuerpo y tu mente y tomar decisiones más acertadas, te volverás más productiv@ de una manera más sana e inteligente con un propósito claro al realmente reconocer las acciones que buscas y quieres para tu ser.

Reconociendo la dualidad del Yin-Yang en el cuerpo humano dividido en dos hemisferios: lado izquierdo femenino asociado con la Luna y energía Yin y el lado derecho masculino, Yang, relacionado con el Sol podremos trabajar de manera consciente y responsable la capacidad física que tenemos en las distintas posturas y también aprenderemos a ver nuestra mente distraída o en un estado pasivo, sin usar la energía interna evitando que avancemos hacia dónde queremos llegar. Este es el momento de reafirmar el compromiso que tenemos con la práctica del yoga y experimentar nuevas posturas, que nos llenen de energía y vitalidad.

Llevo un diario y te recomiendo iniciar uno pues es una herramienta sencilla en la que te puedes expresar sin filtros, sin causar daño a nadie y que te sirve para detectar patrones repetitivos, observar si los ciclos lunares están o no alineados con tu cuerpo, que vacíos existen en tu vida y cómo los llenas e incluso que relaciones a tu alrededor son positivas y cuales debes dejar ir. Es una forma práctica de autoevaluación y análisis para encontrarte con tu cuerpo, tu sabiduría y tu poder personal.

¿Cómo te sientes en tu cuerpo, en tu mente y en tu espíritu en este momento? ¿Qué tipo de energía sientes más: Yin pasiva o Yang activa? Solo observa y anota lo que percibes pues como mencioné anteriormente no es absoluto ni hay respuesta correcta o incorrecta… ¡es lo que es!

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Activa tu intuición con la energía de la Luna Llena.

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Iniciando ciclos nuevos: de vida y de Luna.