Mujeres del Alma Mía

Acabo de terminar el libro ”MUJERES del ALMA MÍA” de Isabel Allende. Me encanta leer y aunque sigo disfrutando más los libros de papel en mis manos que de manera electrónica, este audiolibro ha sido una experiencia preciosa que deseo compartir. Primero lo escuché con mis dos hijas, quienes son las Mujeres del Alma más importantes en mi vida. Además la lectora es chilena y ese acento particular que tanto disfruto me llegó a la memoria y al corazón con el recuerdo de mi Tía Gladys y mi abuela Olimpia, también dos de esas Mujeres del Alma Mía. Me llevó también a hacer un repaso “emocional-ancestral” de todas las Mujeres que forman parte de mi vida y que me han ayudado a ser la persona que soy. Me siento muy orgullosa de llevarlas en la sangre y en mi alma, empezando por mi Mamá ejemplo de entrega y amor incondicional, mi Abuela Materna, aún el punto de unión en la familia y quien todavía a sus 93 años es vanidosa e inquisitiva, Tías luchadoras y sostén de sus hij@s, hermanas, primas, sobrinas y amigas con vidas e historias extraordinarias de mujeres ejemplares.

Se preguntarán qué relación tiene un libro “sobre el amor impaciente, la vida larga y las brujas buenas”, como lo presenta Isabel Allende, con el yoga. Les cuento que más cosas de las que imaginé y que ahora quiero compartir con ustedes.

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  1. Los ‘Yamas y Niyamas’ son principios morales y éticos que dan lineamientos al practicante de yoga para vivir una vida con propósito y sentido. Uno de ellos es SATYA, puede traducirse en no mentir, pero realmente va más allá: se trata de vivir una vida auténtica y apegarse siempre a la verdad, esto en la vida práctica significa decir no a lo que no deseamos en nuestras vidas, a rodearnos de las personas que queremos y nos interesan, personas con quienes nos sentimos cómodas y compartimos de manera auténtica (esas brujas buenas que menciona Allende). Habla también sobre dejar ir experiencias, vivencias, recuerdos, dolores, añoranzas que nos hacen perder nuestra esencia.

  2. Otro de los Niyamas es SANTOSHA, que significa contentamiento, satisfacción con el momento de la vida que cada uno esté atravesando y como ella menciona: se trata de aprovechar cada etapa en nuestras vidas y aceptarla con todo tipo de experiencias, sean estas positivas o no.

  3. Es necesario cuidar nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra alma para envejecer de una manera digna y satisfactoria. Ella utiliza una frase que me encantó “mientras el cuerpo se deteriora mi alma se rejuvenece”, para esto debemos buscar formas de mantenernos activos físicamente, también es necesario aprender algo nuevo y que nos interese y realizar actividades que nos llenen el alma de vida y energía.

4. Resalta que debemos honrar la sabiduría de “los viejos” y aprender de ellos, la importancia de convertirlos en nuestros “gurús a mano” y al mismo tiempo usar nuestras experiencias para crecer y crear nuestra sabiduría propia reflexionando y aprendiendo de ellas (SVĀDHYĀYA: estudio de textos espirituales, reflexión personal, introspección).

5. Menciona que la mayoría de las cosas que nos suceden en la vida son el resultado de nuestro actuar, por lo tanto debemos aprender a no ser tan impulsivos y la meditación nos enseña aprender a “responder” y no “reaccionar” ante las dificultades que nos presenta la vida.

6. Trata el tema de igualdad de género, justicia social, inclusividad , violencia doméstica, agresión y tráfico de mujeres perpetuado por el sistema político y social en el que vivimos y que de una forma u otra aceptamos de manera pasiva, creando un daño por omisión de acción, en contra de ese primer Yama que el Yoga nos enseña llamado AHIMSA (no violencia).

Me encanta pensar que muchos podremos beneficiarnos de las enseñanzas que este libro nos deja y que tal vez, analicemos que estamos haciendo o que hemos dejado de hacer por este Mundo en el que vivimos y en el que nuestros hij@s están creciendo.

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