Cuarto Menguante: tiempo de entregar.
“Cuarto menguante”, es el momento cuando tienes menos energía y cuando menor cantidad de luz se refleja en la Luna, también es el momento para desintoxicar el cuerpo y la mente.
En la práctica física debemos enfocarnos en las asanas o posturas que ayudan a depurar el cuerpo como son las torsiones, o las técnicas de respiración que eliminan toxinas (por ejemplo inhalas por 4 cuentas, luego exhalas por 6-8 cuentas y cuando ya has exhalado completamente te mantienes vacío por al menos 4 cuentas). Es importante fomentar la técnica de apana vayu (forma en que se mueve la energía en el cuerpo) empleada para eliminar lo negativo, lo que el cuerpo no necesita y que consiste en enviar esa energía del ombligo hacia abajo.
Durante el cuarto menguante debemos aprovechar y permitir que nuestra parte mental, espiritual y emocional se concentren (aunque sea más fácil decirlo que hacerlo) en soltar, en dejar ir todo aquello que nos ate y evite nuestro crecimiento en cualquiera de los campos mencionados, pues por naturaleza tendemos a aferrarnos a lo material, a personas, a memorias sean estas buenas o malas, o a épocas de la vida pasadas hace tiempos ya. Para poder avanzar debemos soltar ataduras y resentimientos del pasado, aprender a enfrentar nuestros traumas grandes o pequeños, sacar a la luz la sombra que aún escondida nos atemoriza y evitamos afrontar.
Durante este tiempo y junto a las Lunas anteriores realizamos un trabajo-viaje de introspección, tratando de encontrarnos y cuestionarnos, analizando nuestras vidas y nuestro ser interior para descubrir quienes somos realmente.. Ahora, en la fase del Cuarto Menguante se trata de dar y compartir desde adentro de nosotros mismos, de entregar sin un interés de por medio o buscando un beneficio propio, se trata de dar sólo porque queremos ayudar para que se produzca un cambio positivo en el mundo.
Todos tenemos una misión que cumplir en la Tierra y es a través de ese análisis personal, de conocernos a nosotros mismos cuando vamos a lograr descubrir ese camino. Debes entender que no estamos solos, todos formamos parte de la humanidad entera, la que a su vez está unida bajo el mismo cielo, la misma Luna, el mismo Sol. Por lo tanto ese recorrido debe ser junto a tus seres queridos, amigos, familiares, conocidos y desconocidos a quienes debes entregarles lo mejor de ti y no hay mejor momento para hacerlo que durante el Cuarto Menguante.
Pero es importante y necesario comprender que dicha entrega no tiene sentido si quedas exhausto, desmotivado o te desgasta, esto significa que aún no estas listo para trabajar por otros, que debes de nuevo analizar que te falta por resolver, por nutrir y así empoderarte para entregar desde tu centro lo que otros necesitan pero siempre cuidando tu ser interno, mental y físico.
Lo mejor de seguir los ciclos de la Luna es el efecto que nos permite mantenernos presentes, pues nos observarnos y estudiamos, centrándonos en nosotros mismos.
Ahora que “cerramos” el ciclo de la Luna ten presente en tu día a día la influencia que la misma genera en tu ser y que las distintas fases te sirvan de guía para cada proyecto de tu vida.